Funcionamiento de los exámenes
La fase de oposición consta de dos pruebas eliminatorias, cada una de las cuales tiene a su vez dos partes:
- Primera prueba: permite comprobar que se poseen los conocimientos específicos de la especialidad a la que se opta. Consta de dos tramos. El primero es una prueba práctica para comprobar la formación científica y el dominio de habilidades técnicas correspondientes a la especialidad. El segundo es un desarrollo por escrito de un tema elegido por la persona aspirante de entre un número de temas extraídos al azar por el tribunal entre los del temario de cada especialidad. En algunas comunidades hay que leer el tema que se ha escrito y en otras no. Para superar esta prueba se debe tener una puntuación mínima, igual o superior a cinco puntos.
- Segunda prueba: trata de comprobar la aptitud pedagógica del aspirante y su dominio de las técnicas necesarias para el ejercicio docente, y consiste en la presentación de una programación didáctica y en la preparación y exposición oral de una unidad didáctica. En las especialidades que requieran habilidades instrumentales o técnicas hay una prueba de carácter práctico-instrumental. La ponderación de cada una de las partes varía según cada CCAA. La prueba se considera superada si se obtiene al menos un 5 (sobre un máximo de 10) en el conjunto global.
Las calificaciones de las pruebas se expresan en números de cero a diez. Es necesario obtener una puntuación igual o superior a cinco puntos en cada prueba para poder pasar a la siguiente y, en el caso de la última prueba, para que se pueda acceder a la valoración de la fase de concurso.
Asimismo, las comunidades autónomas pueden incluir en sus convocatorias otras pruebas, como podría ser la de conocimientos, de idiomas, de TIC. No obstante, CCOO está luchando por pruebas homogéneas en todas las comunidades.
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